sábado, 8 de septiembre de 2012

¿Qué sientes ahora mismo?-Me preguntó.

Como era de esperar tuve ganas de tirarle algo a la cara, de destrozársela.
Aquellos pómulos altos, aquellos rasgos angulosos, aquella piel blanca y tersa que yo tanto amaba.
Aquellos ojos del color de la hierba recién cortada y que parecían tener la textura de la misma.
Como era de esperar, dos segundos más tarde me arrepentí de haber pensado aquellas cosas, pero no por ello desapareció toda la ira, toda la rabia, ni todo el dolor. Ese que me carcomía por dentro, que me convertía en alguien que yo no deseaba ser.
Y al darme cuenta exploté.
-¿Que qué siento?-Murmuré entre dientes- Siento frío y calor. Siento odio y amor. Tengo ganas de matarte y de abrazarte, de amarte una vida entera y de escuchar tus gritos de dolor día tras día. Tengo ganas de hacerte cosas que ni siquiera tienen nombre y lo malo es que no sé si son buenas o malas.
-Eres una chica realmente rara.
-Lo sé.
No pude evitar que una sonrisa irónica se colara en mi boca, como tantas otras veces pero con un matiz mucho más oscuro, más amargo.
-¿Y qué puedo hacer yo?
-¿Tú? Tristemente no puedes hacer nada, ni quieres ni puedes.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Y esta entrada es para ella.

Te la dedico a ti, a mi rubia, a una de las personas a las que más quiero en este mundo, porque para mí significas mucho y no me imagino una vida sin ti, así que no la quiero, ¿vale? Es imposible contar todo lo que hemos hecho juntas y es aún más imposible contar cuántas cosas nos quedan por hacer. Tú y yo ya hemos decidido que queremos un futuro juntas, irnos a la universidad y alquilar un pisito que decoraríamos a nuestro gusto, tipo Ikea, más bien, copiando a Ikea completamente. Pues quiero que eso se cumpla y no quede en una perfecta utopía, en un sueño inalcanzable, porque no quiero que nos distanciemos nunca. Así que como yo me he empeñado nunca pasará. Bueno, ¿y qué más decirte? No tengo que decir nada más, porque ya sabes el dicho: lo que importan son los actos y no las palabras.
Que te quiero mucho, rubia. Te prometo un 

Ven aquí y dime que me quieres, que quieres pasarte toda la vida a mi lado, despertar cada mañana y verme en tu cama y que por ese simple hecho tienes una sonrisa diaria. Ven y dime que me amas, que tu vida no tiene sentido sin mí, que nunca podrás conseguir a nadie como yo. Y por último ven y dime la verdad, que yo no te merezco. Y cuando lo hagas te juro que permaneceré a tu lado para siempre, porque tendré que mantener algo en mi vida que es demasiado para mí.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ellos, mi vida.

Solo hay una cosa que temo perder en este mundo y es a ellos, mi familia. Con familia me refiero también a mis amigos, a esas personas que sabes que van a estar ahí siempre, que consiguen hacerte sonreír hasta en los peores momentos. ESAS son las personas sin las que no podría vivir.



¿Amor? No gracias, yo no fumo de eso.

Se podría decir que no creo en el amor, ¿por qué mentir? No creo en los "para siempre" o en los "nunca te olvidaré" Odio las promesas incumplidas, las lágrimas derramadas. Así que decidme, ¿para qué complicarse la vida con tantas chorradas?